Crónicas Canallas (XV): Inventos del diablo


Hablemos de caderas femeninas. “Eres hermosamente recta”, “estás elegantemente proporcionada”, o “estás maravillosamente definida”. Así se dirige una conocida marca de vaqueros, los jeans de toda la vida de minietiqueta roja, a su público target. De un plumazo, sus creativos publicitarios decidieron constreñir las cinturas femeninas a tres patrones simples y burdos. Es exactamente igual que la horripilante idea de aquel ministro de Sanidad, Bernat Soria(uno que se inventó la tesis en su curriculum), que redujo las tallas de las mujeres a tres tipologías: cilindro, diábolo y campana. Con dos cojones. La estulticia a veces también nos desgobierna. Y estamos hablando de pantalones. Pero si habláramos de faldas, ¿se atreverían estas mentes brillantes a aconsejar que escondieses tus rodillas porque no son atractivas? Quizá ya han puesto de moda esa falda monjil de tubo, rollito hippie con estampados, que te venderían diciendo… “en la sugerencia también está el erotismo”. Además, tiene la ventaja de que puedes ir sin depilar en pleno mes de agosto. Y fresquita, que el tejido es vaporoso.
La dictadura de la moda -ahora que celebran a bombo y platillo eventos de este estilo por estos lares- puede llegar a límites tan absurdos como insospechados. Los diseñadores de prendas femeninas devanan sus sesos continuamente para inventar artilugios que engañen al ojo masculino, cuando la belleza, todos lo sabemos, está en el interior, ¿verdad? Me declaro fan incondicional del push up, aquel sujetador demoníaco que realza el busto, que sube y baja lascivamente acompasado por la respiración, sea esta lenta o acelerada. Quizá, la génesis está en aquellos corsés de la época victoriana, que vestían por igual tanto las damas de alta cuna como las de baja cama. Otro asunto, no menos importante, sería ver qué hay detrás de todo eso, una vez que has desabrochado, con mayor o menor destreza/maestría, esos corchetes mágicos que se sitúan en el ecuador de la espalda. Entre los omóplatos. Si lo haces a una mano, obtienes directamente el calificativo de amante avezado. Juegas en otra división.
Y las latinas, exportadoras de la cultura filoyanqui, han conseguido contagiarnos la fiebre por los culos ‘hermosos’. Twitter e Instragam están que echan humo. Aquí, por supuesto, para gustos los colores. Pero está claro que últimamente se llevan los respingones, aquellos que tienen vida propia y vibran a ritmo de reguetón. Por tanto, las culonas son ahora lo más cool, olvidaos del spinning y de ese artilugio que comprasteis en la teletienda para poner el pompis más duro que una piedra. Ya se ha convertido en parte de la decoración del salón. Indefectiblemente.
Pero el colmo de los colmos, lo cuenta mi amigo Stupendous en Facebook, ha sido una especie de lengüeta que han ideado para cubrir las partes pudendas femeninas, que tiene por objeto eliminar las marcas de la parte de abajo del bikini (‘o sea, tía, son horribles’), cuando os tostáis bajo el sol del Calblanque nudista. Sinceramente, ver para creer. Yo empiezo a tener la certeza de que estos chismes han sido creados por el mismísimo diablo. Vamos derechitos al infierno.
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Juan Máiquez

A sus 30 años ha hecho de todo en el mundo de la Comunicación y el Marketing. Con 22 años, fue editor de boletines informativos en una emisora a escala nacional en Madrid. Dio el salto a televisión con 24, donde hizo de reportero (sin dejar la radio) en lugares tan privilegiados como el Congreso de los Diputados, el Palacio de la Moncloa o el Senado. En Murcia, ha pasado por casi todas las secciones del periódico para el que escribe, La Opinión de Murcia, donde firma la contraportada todos los sábados con sus #CrónicasCanallas. Comparte espacio con el escritor y articulista de El País Juan José Millás. Ha publicado en libros de Sociología y prepara una nueva entrega editorial. Ha saltado al mundo del marketing con trabajos de locución para videos corporativos, ha vendido publicidad para una emisora de radio e, incluso, ha organizado una feria de vino en inglés en la provincia de Alicante. De hecho, tiene un blog en el portal americano www.examiner.com. Todo esto, sin abandonar su actividad periodística y su faceta como músico, escritor y radiofonista, parcela en la que tiene un posgrado.

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