GARAJE JACK POR LA PATILLA
Vi por primera vez a estos chicos hará cosa de tres o cuatro años en el Puerto de Alicante. Aquello sonaba fresco, vivo y con fuerza. Son pocos los grupos que cuentan con una frontwoman capaz de cantar rock and roll con ese desparpajo, con esas ganas y, sobre todo, con esa irreverencia. Recuerdo que versionaron a Los Ronaldos, muy dignamente, a la vez que ponían en escena su primer sencillo: El alma en celo (2001). Una explosión rockera perfectamente combinada con baladas, un género idóneo para que la voz cantante de esta genial banda pusiera a prueba sus cuerdas vocales. Una fémina que entona como los ángeles y que sabe cómo cantar con mala leche, como mandan los cánones. Pues bien, con algunos cambios en su formación original, vuelven a la carga con fuerzas renovadas y con ganas de dar que hablar. Son más que recomendables.
Los Sala Siroco (calle San Dimas, Metro Noviciado) durante dos días seguidos -el primero en acústico y el segundo en eléctrico- para retomar de nuevo el contacto con su público (“Entrada libre gratis por la patilla” ¿?). Tras un tiempo de parón, en el que algunos de sus miembros han cambiado -entre ellos, su vocalista-, han querido arriesgar de nuevo por un proyecto tan atractivo como peligroso. Y es que todos sabemos lo difícil que está la industria para un género tan maltratado como el rock and roll (si entendemos el rock como algo más que un sonido y una estética…). Cuentan los folletos que reposan en la barra de los bares que probaron a más de cien candidatas para el puesto. Finalmente, Oscar, Trujo, Laura y Jorge, tras diferentes incursiones musicales en otras bandas, han decidido aunar fuerzas y apostar a una sola carta. Les avala su participación en el Viñarock del año 2002, así como la apertura de conciertos de relevancia, teloneando a artistas de la talla de Fito y Fitipaldis, Marea, Julieta Venegas, Barricada o Amaral.
El pasado viernes 27 de octubre estuvieron supremos sobre el escenario, con carisma y madurez musical. Quizá, falte retocar un repertorio algo descompensado, en el sentido de que incluyeron demasiados temas lentos, lo que no impidió que sus guitarras nos deleitasen con inmensos solos.
Ahora sólo falta que Stivel los acoja en su seno.
0 comentarios:
Post a Comment