Crónicas Canallas (XXIV): ¿Te bailas un chotis, chulapa?


El mejor vermú de grifo en Murcia lo tiran en ‘Casa Luis de Rosario’, en la calle Angustias, barrio de San Antolín. Granizado. Pero no os cuento nada nuevo porque eso ya os lo desveló @YayoDelgado en esta página. Simplemente os insto a que os toméis uno y os pongáis el mundo por montera.
Precisamente le escribía al Achopijo en Twitter desde Madrid, porque tiene una librería con su nombre en la calle Sierra Carbonera, en pleno barrio de Vallecas, donde pernocté al calor del estadio del Rayo, el Teresa Rivero, y de ese Madrid tan quinqui que seduce con chulería a las barbies superestar, que habitan por todas partes. Las de las medias de cristal y las de los tacones de Mari Paz. En la fachada de aquel comercio de barrio, esa tienda de palabras, homenajeaban sin saberlo al recientemente galardonado Quino. Gracias por parir a esa niña, Mafalda, que todo se lo cuestionaba y que era un poco Rompetechos. Me enteraba el pasado miércoles de la feliz noticia del Príncipe de Asturias (habiendo sobrevivido ya a San Isidro) por un nuevo seguidor en la red del pajarito: @JuanFranEscudero, un gurú de lascelebrities y el business. Un placer leernos, caballero.
San Isidro en Madrid tiene solera, es castizo, auténtico. La ciudad huele a callos, a bocata de calamares, a roscas listas y tontas, a zarajos y, a veces, a tarta de zanahoria en el Palacio Real. Solo eché en falta unos torreznos, que al final no cayeron.
La Plaza Mayor se engalanaba para acoger el concierto de un teenager de 40 Principales, pero teníamos cristalino que pondríamos rumbo a Las Vistillas, previo paso por La Latina. Después de cruzar La Mancha y ser trending topic con la foto de la cabina telefónica #MarcaEspaña, acabamos liándonos a birras en una terracica en Gran Vía, a eso de las 5 de la tarde, por aquello de comer a la hora que le dé a uno la gana. Las rubias sabían a gloria, pero respirábamos polución, prisa desbocada, y estábamos expuestos a los millones de impactos publicitarios que escupe la gran arteria de Madrid, esa que ha pintado con genialidad el maestro Antonio López, y a la que han cantado SabinaAntonio Flores, o el también fallecido y sensacional Hilario Camacho.
Pero no me voy sin daros unas cuantas recomendaciones para estómagos licenciosos y talantes vividores que se aventuren a escaparse a la ‘capi’: bodega de la Ardosa (calle de Santa Engracia, 70). ‘Cocretas’ de carabinero, cecina y bacalao. Vermú de grifo en vaso de caña y un revuelto de boletus y trufa negra que te hacía derramar la lagrimilla. Simplemente orgásmico. ¿La copa? En La Tasca (calle Costanilla de San Pedro, 9). Ahora es un mejicano, pero siguen preparando esos mojitos que bien valen 7 pavos. Tres máquinas picahielo funcionando a pleno rendimiento, ron Flor de Caña, sifón y angostura. Y cargaditos. Después de hacer unas declaraciones para Telemadrid y constatar que hay gente que debería dejar de practicar el misionero, nos encaminamos a Las Vistillas: la gran verbena popular, con música pagada por Ana Botella. Después de decir, “¿quién coño son estos tipos tan jodidamente buenos”?, al menos tres veces, una moza solícita nos informaba de que eran Arizona Baby. Suenan como tiro y crean un clima que te recuerda a desiertos, cactus y rock and roll americano. Son de Valladolid.
La segunda noche tiramos la casa por la ventana y nos fuimos al DormirDeCine (Príncipe de Vergara, 87). Hotel con encanto, con habitaciones temáticas de pelis. ¿Sabéis cuál elegí? La ley de la calle, de Coppola. “Solo para estrellas invitadas”.
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Juan Máiquez

A sus 30 años ha hecho de todo en el mundo de la Comunicación y el Marketing. Con 22 años, fue editor de boletines informativos en una emisora a escala nacional en Madrid. Dio el salto a televisión con 24, donde hizo de reportero (sin dejar la radio) en lugares tan privilegiados como el Congreso de los Diputados, el Palacio de la Moncloa o el Senado. En Murcia, ha pasado por casi todas las secciones del periódico para el que escribe, La Opinión de Murcia, donde firma la contraportada todos los sábados con sus #CrónicasCanallas. Comparte espacio con el escritor y articulista de El País Juan José Millás. Ha publicado en libros de Sociología y prepara una nueva entrega editorial. Ha saltado al mundo del marketing con trabajos de locución para videos corporativos, ha vendido publicidad para una emisora de radio e, incluso, ha organizado una feria de vino en inglés en la provincia de Alicante. De hecho, tiene un blog en el portal americano www.examiner.com. Todo esto, sin abandonar su actividad periodística y su faceta como músico, escritor y radiofonista, parcela en la que tiene un posgrado.

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