Crónicas Canallas (X): In vino veritas
El secreto está en los taninos. ¿Quién lo diría? Un estudio de la universidad de Florencia, recogido en la prestigiosa revista The journal of sex medicine, revela que el vino aumenta el apetito sexual de las mujeres. Desde tiempos inmemoriales, los efectos que provoca en las féminas el caldo con el que se rendía culto al dios Baco han ido directamente asociados a componentes afrodisíacos. Tampoco es casual que la mitología griega calificase a Afrodita como la diosa de la lujuria, la belleza, la sexualidad y la reproducción. Todo va íntimamente relacionado. Es decir, que la famosa copita de vino beneficiosa para el corazón, también lo es para una vigorosa salud sexual, en el caso de ellas. No solo aumenta la líbido, concluye el estudio, sino que favorece la lubricación, así como la apetencia y el deseo. ¿Acaso el alcohol no es ya de por sí un lubricante social y un desinhibidor? No es lo mismo pedir un gintonic de Seagram o un chupito de Jägermeister, que está tan de moda. ¿Sabíais que en alemán significa ‘maestro de cazadores’? Pues no, no es precisamente un buen instrumento de caza. Decantaos por una copita de tinto y dejad que la conversación tome los derroteros que tenga que tomar. Si la compañía pone pies en polvorosa, que puede pasar, siempre le podéis echar la culpa y decir que era un mal vino. O un vino mal avenido. ¿Y qué demonios son los taninos? Pues hablamos de la textura, de lo que le da la aspereza que percibimos en el paladar. Y se encuentran en la piel de la uva y en la madera donde envejece el caldo en cuestión. Especialmente en los tintos, aunque los blancos también los portan, en menor medida. Dicen los expertos que las variedades nebbiolo, cabernet sauvignon y tempranillo son las que tienen una mayor concentración de taninos, ese nuevo viagra natural para mujeres del que nos hablan los científicos. Murcia es una tierra fértil y, al igual que tiene mujeres maravillosas, también está haciendo muy buenos vinos. Las denominaciones de origen de Bullas o de Jumilla se han sabido sacudir la fama de vinos peleones, como la tenían los castellano manchegos, y están haciendo caldos de calidad capaces de competir a nivel internacional. Es más, la familia Juan Gil ha colocado 400 botellas de su Honoro Vera en la próxima gala de los Oscars, a poco más de 6 euros la unidad. China está comprando vino murciano por hectolitros, de hecho, es la única alternativa para esquivar la crisis en el sector: la exportación. Eso, y crear una cultura que invite a consumir vino a una edad más temprana. Si se tienen años para votar, también se tienen para degustar una copa en buena compañía. Podríamos terminar la reflexión citando a Lord Byron, que decía aquello de que “el vino consuela a los tristes, rejuvenece a los viejos, inspira a los jóvenes y alivia a los deprimidos del peso de sus preocupaciones”. Pero igual de certero fue aquel futbolista inglés que dijo que se había dejado una fortuna en licor (vino), mujeres y coches deportivos. “El resto, lo he malgastado”, apuntaba. Cuánta razón tenías, George.
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