MEMORIAS DE UN PERIODISTA (II)
(CONTINÚA)
Con José Luis Tornel nos poníamos bucólicos y apreciábamos la esencia de la metáfora. Saussure, el signo, la Semiótica, el polisíndeton y el asíndeton. Y la mesha (creo que muchos saben de lo que hablo, ¿verdad Manu?). ¿Para qué sirve un punto y coma? Aparte de un par de libros del estilo... ¿a qué huelen las nubes? Al pobre David Prada, el de Documentación, le dio una peritonitis de aguantarnos, que no es poco. En clase de Linda comíamos pipas. Éramos los macarras de la uni.
8 de junio de 2001. Último examen de primer curso. Asignatura: Comunicación Audiovisual I (Radio). ¿Quién se encarga de poner los nombres a las asignaturas? ¿Puedo hablar con él? En fin. Que verano sabático con mis padres detrás... ¡Tienes que hacer prácticas! Que la vida está muy difícil. Que el periodismo no da de comer y monsergas varias. Tras el periodo estival todos mis conocimientos se volatilizaron entre tragos de ron y acordes de guitarra.
Total, que tras un primer ciclo que dejaba mucho que desear, decide uno mismo en embarcarse en el asunto de las prácticas. En la COPE. ¡La emisora de los obispos! ¡Si yo no voy a misa! Así que acabo mis exámenes a principios de julio con más pena que gloria y con la insatisfacción de suspender Opinión Pública. En septiembre volvería a repetir la hazaña tras irme a un concierto la noche antes del examen. ¡Qué conciertazo! Cambiaba una vez más el rock and roll por las soporíferas ideas Mc Luhan, Luhmann o Nöelle-Neumann. Un año más tarde la aprobaría de forma sobrada. Porque yo lo valgo. Un escollo menos para cumplir mi sueño.
Hablaba de las prácticas... Me presente el día 7 de julio (un día después de la repesca de febrero de Periodismo Institucional. La aprobé. Por los pelos. Me presentaban a mi redactora-jefa: Tati García. Actual esposa del director de la emisora y una auténtica profesora dentro del estudio. Me hizo entrar a la cabina de grabación a hacer un informativo diario en directo. Desde el primer día. Siempre recordaré aquel breve de agencia horriblemente redactado que hizo que un minuto en radio pareciese una hora. Pero aprendí. Por cierto, mi contrato empezaba el 14 de julio de 2004, a pesar de que trabajé desde el 8. Cobré medio mes. 180 euros. Mi primer sueldo como periodista. “Gástalo en lo que quieras”, dijeron mis padres. Me duraron un par de semanas. Ahora entiendo lo de no llegar a fin de mes.
(CONTINUARÁ)
1 comentarios:
Eres un golfo...!!! Pero cachondo. Menudos años dejamos atrás...qué pena! ya leerás en mi blog mis recuerdos.
Bss
Post a Comment