MEMORIAS DE UN PERIODISTA (III)


(CONTINÚA)

El mes siguiente hice un tour por las playas de Murcia: explanada de Bolnuevo en la Ribera, la curva de Lo Pagán, centro comercial de los Alcázares. Todo muy costumbrista y rústico: abuelas peleándose por un parasol, un espontáneo que intentaba robarnos la carpa –más bien chiringuito- que montábamos. Una experiencia preciosa que sirvió para estrechar los lazos con mi gran amigo Pedro González. El mejor bebedor de cerveza que he conocido. Le debo muchas. Y mucho. De ahí aprendí soltura delante del micrófono y que siempre debo tener una pregunta en la recámara. Final de mes. 360 euros. Un sueldazo. “Adminístralo bien”, decía mi madre. Pues lo dicho. Viaje a Almería a un hotel de 5 estrellas y paellita en la orilla de la playa. ¡Me encanta ser periodista! Adiós sueldo. Que bien se vive en casa de los padres. Pero claro, esto no es para toda la vida. Tengo que vivir de esto. Tengo que pedir un préstamo. Tengo que comprarme una casa. Y plantearme que tengo 40 años por delante para hacer esto que me gusta. Hasta cansarme.

Esas clase-conferencia. ¿Alguien me puede explicar los efectos de esta modalidad pedagógica? Porque claro, debemos escuchar, aprender de los más experimentados. Pero, ¿no es acaso la mejor manera para que un profesor no se canse dando clase y para que el alumno se vaya al bar a tomarse una cerveza? Por cierto, José Luis González se curró un viaje al corazón de la Unión Europea. Eso también se agradece. Vimos el Maneken Pis y nos trasportamos a un mundo de ensueño en Brujas. Nos codeamos con la élite política del continente, mientras que el corresponsal de la agencia EFE nos avisó de que los idiomas es el pan de cada de día de esta profesión. Con inglés y español se llega a todos lados. Y es verdad.

Luego existe la modalidad de profesor pluriempleado. Aquel que viene a dar clase como el que pasa un trámite. ¿Cómo me puede decir si lo estoy haciendo bien delante del micrófono si ni siquiera me escucha cuando le hablo? El reportaje sobre salud dental que me suspendió Munera también quedará para el recuerdo. Por cierto, aprobé la asignatura independientemente del reportaje.


(CONTINUARÁ)
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Juan Máiquez

A sus 30 años ha hecho de todo en el mundo de la Comunicación y el Marketing. Con 22 años, fue editor de boletines informativos en una emisora a escala nacional en Madrid. Dio el salto a televisión con 24, donde hizo de reportero (sin dejar la radio) en lugares tan privilegiados como el Congreso de los Diputados, el Palacio de la Moncloa o el Senado. En Murcia, ha pasado por casi todas las secciones del periódico para el que escribe, La Opinión de Murcia, donde firma la contraportada todos los sábados con sus #CrónicasCanallas. Comparte espacio con el escritor y articulista de El País Juan José Millás. Ha publicado en libros de Sociología y prepara una nueva entrega editorial. Ha saltado al mundo del marketing con trabajos de locución para videos corporativos, ha vendido publicidad para una emisora de radio e, incluso, ha organizado una feria de vino en inglés en la provincia de Alicante. De hecho, tiene un blog en el portal americano www.examiner.com. Todo esto, sin abandonar su actividad periodística y su faceta como músico, escritor y radiofonista, parcela en la que tiene un posgrado.

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1 comentarios:

Jose M. Sánchez "Daze" said...

Jajajaja, que sepas que si hubiera un espacio para votar la reflexión más acertada, yo votaría por ti. De hecho, creo que tal cual está debería ser el discurso de fin de carrera. Está, francamente, muy bien. Divertido y reflexivo, real y transparente. Me gusta. Espero leer más.